Recursos para afrontar los cambios en tus hijos adolescentes

Hemos escuchado que la etapa de la adolescencia es difícil sobre todo porque es una etapa llena de cambios (físicos, emocionales, cognitivos, conductuales, etc.) tanto para el adolescente como para el ambiente que lo rodea (familia, escuela, amigos). Por esto, saber cómo afrontar estos cambios como padres de la mejor manera para poder guiar a tus hijos es importante.

Primero, recuerda que es una etapa, es transitoria. La preocupación de los padres suele ser por esa incertidumbre y confusión acerca de lo que esta pasando con el adolescente. Recuerda que tú también pasaste por ahí, como te sentías, lo que hacías. Ponerte en su lugar te puede ayudar a entenderlos un poco más y tomar acciones a partir del amor y la compresión, en vez del enojo y la desesperación. Crea un ambiente adecuado de escucha para que tu hijo se sienta apoyado y al mismo tiempo puedas generarles preguntas que los hagan pensar y reflexionar ante su toma de decisiones. Lo ayudarás y al mismo tiempo sentirás que lo estas acompañando en esta etapa.

El segundo punto tiene que ver con la paciencia y la calma. Estas dos cosas serán muy importantes ya que, conforme nuestros hijos vayan creciendo, se va desarrollando a la par su carácter y personalidad y para que lo puedan hacer es necesario pasar antes por una etapa de confusión y de aprendizaje. Cuida de tu propia salud, tus relaciones sociales y actividades, ya que descuidarlas y sentirte solo puede llevar a tener menos capacidad de acompañar a tu hijo.

Como tercer punto, fomenta la responsabilidad del adolescente, tanto en su persona como en los ámbitos en los que se esta desarrollando. Toma en cuenta la madurez, capacidades y habilidades de tu hijo para ponerle tareas/ responsabilidades que lo pueden ayudar a crear hábitos para el futuro. Tus hijos van a necesitar libertad y autonomía, pero también es necesaria una estructura que le permita conocer de qué es capaz y por otro lado entender que cada acción tiene su consecuencia, ya sea positiva o negativa.

El último punto es observar. Es importante vigilar sus hábitos y comportamientos los cuales los puedan llevar a descuidarse de una manera considerable o incluso a que surja sintomatología depresiva, agresividad, trastornos de alimentación, consumo de alcohol, drogas, adicción al internet o redes sociales, etc. Observa los cambios en las conductas de tus hijos y no los minimices pensando “es parte de la adolescencia” ya que pueden ser síntomas de que hay situaciones o sentimientos que no está pudiendo llevar.

Si tienes dudas o empiezas a percibir algunos cambios que te preocupen, consulta y acude con un profesional.

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